1)
Claridad. Sin palabras rebuscadas, exceso de tecnicismos,
exceso de adjetivos, exceso de información abstracta (cifras, conceptos).
2)
Ejemplos concretos y cercanos al contexto. La función
de los ejemplos es ilustrar lo que se dice de tal forma que resulte mas evidente,
para usarlos hay que considerar las experiencias personales y el bagaje
cultural de quienes comparten con nosotros el proceso de comunicación. Las necesidades
varían mucho entre distintos grupos generacionales, o en los ámbitos de
diversas profesiones.
3)
Capacidad de improvisación. El discurso debe
considerar aportaciones y las actitudes de todos los que participamos en el
proceso, si notamos que hay incomodidad, molestia, cansancio, curiosidad,
debemos tener la capacidad de modificar nuestro discurso para aprovechar estas
condiciones en favor de neutro mensaje. No debemos empeñarnos en decir “lo que teníamos
preparado”, siempre hay que valorar si resulta oportuno en el contexto de comunicación
en el que nos encontramos.
4)
Consideración de los tiempos. Evitar explicaciones
o justificaciones que resulten innecesarias para la discusión en curso, no
excederse en hablar de uno mismo (personalización del proceso), ni reanudar
sobre una misma idea varias veces, cuando ya ha sido planteada.
Podemos catalogar los procesos de comunicación
oral colectiva en dos tipos:
a)
Procesos de
comunicación improvisados. No planificados, la interacción no verbal es muy
intensa y la actitud de los participantes es activa en la medida en que
permanece alerta para interactuar adecuadamente. Aquí destaca la importancia de
las propias habilidades expresivas (verbales o no verbales), que permiten a
algunos convertirse en guías o líderes del proceso.
b)
Proceso de
comunicación planteada con anterioridad. A estos pertenecen las
entrevistas, foros, debates, simposios, mesa redonda, etcétera; se trata de
conversaciones para las cuales se ha designado previamente un tema, una fecha y
un espacio en el cual se llevaran a cabo. La finalidad general consiste en
aportar información valiosa tanto a los participantes en el proceso como a los posibles
lectores del resultado de este intercambio, como ocurría en el caso de la publicación
de una revista realizada, o de las memorias de un congreso desarrollado en
alguna institución académica.
LECTURA, EXPRESION ORAL Y ESCRITA
II, LAURA ELISA VARELA CABRAL/ MARUMA GODOY RANGEL, BOOK MART MEXICO, PAG. 124
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